Los frutos del otoño aún no han madurado y setas tampoco hay, pero ya los rojos y amarillos de típicos de esta estación del año asoman por las copas de los árboles.
Los centenarios castaños de La huerta de Santa María guardan celosos sus erizos aún verdes.
El sol aún calienta y las agradables temperaturas aún permite que los insectos estén en plena actividad
En los pueblos de la Sierra se disfrutan en sus plazas y calles de todo lo que les ofrece el otoño:setas, jamón, las castañas...,qué rico!
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